segundo semestre | casa tomada

“Casa Tomada” es el primer cuento que leí de Julio Cortázar, lo leí en una selección de cuentos de J.L.Borges, era el primero en la lista y, según tengo entendido el que despertó a Borges sobre ese joven escritor, y uno de los primeros en ser publicados por Cortázar. Es decir, un primero en muchos sentidos. Desde que lo leí, la sensación que me produjo, entre terror y sarcasmo, no pasó. Siempre pensé en darle forma a esa angustia, creo haberla encontrado en las medianeras de Nueva Córdoba. Si uno mira detenidamente las marcas en los laterales de edificios sobre casas demolidas, encuentra las marcas de intimidad y vida anterior que cobijaba y recluía el caparazón destruido.
Dichas marcas, olvidadas apenas se comienza la nueva obra que ocupará su terreno, desaparecen, y con eso, toda posible concatenación con el pasado… una desaparición, sin huellas.
Cómo hacer para que esa realidad y su lectura no se conviertan en una simple apología de la conservación, preservación, reciclaje o cualquiera de esos funestos sustantivos para la arquitectura.

Hay formas.
Cuando Pierre Chareau tuvo que enfrentarse en Paris a una vecina que no quería abandonar la planta alta de la propiedad que pensaba demoler completamente para el proyecto que le habían comendado, asumió el desafío de construir… sin tocar si quiera su propiedad. Así nació la “maison du verre” una de los más interesantes proyectos de los ’20-’30. Con la, no menor, condición de no molestar a su vecina de planta alta. La cirugía debió ser absolutamente certera.
De modo similar, a principios de los ’90, Pablo Beitía realizaba el Museo de Xul Solar en Palermo, excavando en las entrañas de la vieja casa del artista, dejando su habitaciones superiores incluidas en la operación.

El proyecto de este semestre trata de una situación hipotética similar a las descriptas: en la esquina de Montevideo y Belgrano, existe una casa “de altos” con un pretendido pasado art decó, escondida entre edificios de propiedad horizontal y montada sobre un vulgar supermercado. Debemos suponer para este ejercicio que los propietarios de las tres unidades que se encuentran en el primer piso, no pueden ser molestados por una nueva construcción en el mismo terreno que haga posible un uso más acorde a la realidad inmobiliaria del entorno.

El ejercicio implica, pues, la construcción de cinco plantas sobre el primer piso y la renovación de la planta baja para un nuevo supermercado SIN AFECTAR la vida y construcción del primer piso.